La economia de China
En los últimos años el crecimiento económico de China se ha caracterizado por ser elevado, mostrándose un incremento estable del PIB alrededor de un 8% como promedio anual desde 1997, con tasas que han superado el 9% desde 2003. Todo esto ha estado motivado principalmente por su expansión industrial y considerables exportaciones.
Entre los productos que China ha desarrollado con fuerza y que han impulsado su crecimiento económico y comercial están los de alta tecnología y demanda en el mercado mundial, como son: semiconductores, automóviles y ordenadores personales. También ha desarrollado otros tipos de productos con una cuota elevada en el mercado internacional, logrando ser el primer fabricante mundial de artículos textiles (entre ellos, prendas de vestir), calzado, productos electrónicos de consumo (teléfonos celulares, reproductores de DVD, televisores, etc.), muebles y juguetes.
Además, se han registrado grandes producciones de carbón, cobre, aluminio, acero y cemento, convirtiéndose esta nación asiática en el primer productor mundial en esos renglones.
China tiene un peso fundamental en la economía mundial y casi decisivo para el desarrollo de las demás economías, no solo como productor, sino también como consumidor a gran escala, pues representa el 30% del consumo mundial de carbón, algodón, arroz y acero, y entre un 15 y un 20% del consumo mundial de cobre, soja, trigo, aluminio y platino.
Es preciso tener en cuenta que uno de los factores externos que ha influido en la recuperación económica japonesa es el ciclo expansivo en que se encuentra la economía china. Gracias al impulso de su producción industrial, a la demanda de exportaciones y a las inversiones, la economía china creció a un ritmo fuerte del 9,1% en el 2003, el índice más alto desde 1997. Los exportadores japoneses respondieron al desafío aumentando sus embarques a China en un 33,2%, representando un monto de 62 900 millones de dólares entre 2002 y 2003. Las exportaciones niponas a China se han duplicado con creces desde el año 2000, aunque todavía solo representan la mitad del monto de las exportaciones a Estados Unidos.
Según afirma el suplemento del "Informe sobre el Análisis y Estudio de las Condiciones Nacionales de China" recién publicado conjuntamente por la Academia China de Ciencias y el Centro de Investigación de las Condiciones Nacionales subordinada a la Universidad Qinghua, el país afronta cuatro desafíos en la actual etapa de desarrollo.El informe describe con detalle estos desafíos, cuyos puntos principales son como sigue:Primero, una enorme presión del desempleo y una pesada carga de creación de puestos de trabajo. La población laboral de China representa el 26% del total mundial, lo cual determina que el país se enfrentará a una prolongada presión del empleo. En los años 1980, la economía nacional se caracterizó por "un alto crecimiento y una alta tasa de empleo"; pero durante la década del 90 pasó a "un alto crecimiento acompañado de un bajo aumento del empleo". Al mismo tiempo, la pobre eficiencia del trabajo y la producción, sumada a un alto porcentaje de empleo en los sectores de baja eficiencia laboral y a un cambio en mayor medida del tipo de economía, agravará aún más la presión del empleo.Segundo, al cabo de 20 años de alto crecimiento, el que China pueda o no y cómo mantener sostenible este crecimiento, será un problema cada vez más severo tras su ingreso en la OMC. Tal como muestran los datos contenidos en los "Indices de Desarrollo Mundial de 2001", los productos de China intensivos en trabajo llegan al 10-30% de las exportaciones mundiales, pero sus productos de alta tecnología apenas alcanzan el 4% de las mismas. Así pues, el país deberá reajustar en amplia escala la estructura de la industria, la de los productos y la del comercio; la inversión deberá desplazarse a los sectores no intensivos en energéticos y no intensivos en contaminación; la estructura de los productos deberá pasar a una de productos de alto valor añadido y alto contenido tecnológico; y el comercio exterior deberá continuar fortaleciendo la exportación de mercancías intensivas en trabajo y aumentando la de mercancías intensivas en tecnología y conocimiento.Tercero, se sigue ensanchando la brecha en el ingreso desigual y entre las regiones. Según estima el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2000-2001, del Banco Mundial, China es ahora uno de los países con mayor brecha en el ingreso. Los datos de la Administración Estatal de Estadística de China muestran por igual que la desigualdad del ingreso viene aumentando con rapidez en el país, y que la brecha en este sentido entre las zonas urbanas y rurales, entre las regiones y en el seno de las zonas urbanas y de las zonas rurales acusa una tendencia de ampliación continua.Cuarto, el problema de la sostenibilidad del medio ambiente. En términos de recursos principales per cápita, obviamente China está por debajo del nivel promedio de los países desarrollados y del promedio mundial, y también por debajo del promedio de los países con ingresos medianos o bajos. A medida de la aceleración del proceso de la industrialización y la urbanización, el sistema ecológico se deteriorará cada día más en China. Semejante tipo de economía con un elevado crecimiento y grave deterioro ambiental, en lugar de poder mantener una alta tasa de crecimiento duradera, llevaría a los 1,300 millones de chinos a enfrentar la amenaza que atenta contra su propia supervivencia.Frente a tales retos, el informe sobre las condiciones nacionales plantea que China deberá crear una economía del conocimiento y cuatro pilares sociales, o sea, elaborar un mecanismo y sistema de incentivo eficientes, establecer una sociedad empeñada en aprender, establecer una infraestructura de la información y construir un sistema de aplicación de la tecnología y un sistema de creación de la ciencia y tecnología.
(Fuente: Beijing Informa)
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